Fomentar la innovación

La química siempre ha desempeñado un papel clave en el avance de la sociedad. Dado que las poblaciones (y el propio planeta) cambian constantemente, la industria química debe encontrar continuamente nuevas formas de seguir innovando y sentando las bases para el progreso.

Las sociedades cambian continuamente, al igual que el planeta

En las regiones de más rápido crecimiento del mundo, la clase media gana terreno, impulsada por el desarrollo económico y un crecimiento continuo de la población en las ciudades. El cambio también se hace sentir en los mercados más desarrollados, donde los clientes demandan más valor, alto rendimiento y, cada vez más, productos ecológicos.

El cambio es la chispa que enciende la innovación y esta, a su vez, genera más cambio. Y el ciclo se acelera. Como observa MIT Technology Review, las líneas telefónicas tradicionales tardaron casi un siglo en saturarse. Los teléfonos móviles alcanzaron el mismo punto en apenas 20 años.¹

En un contexto en el que las personas buscan vivir mejor, las compañías como Chemours deben estar a la altura y no conformarse con “lo que hay”. Debemos llevar más allá de sus límites todo lo conocido, ¡hasta la tabla periódica! (después de todo, en 2016, se agregaron cuatro elementos nuevos a la fila 17²). En última instancia, esto significa que debemos encontrar nuevas formas de aprovechar el potencial de la ciencia más versátil de todas: la química.

De la sal al frío

Desde que los antiguos egipcios conservaban la comida con cloruro de sodio (también conocido como NaCl o sal de mesa), la química ha hecho, y sigue haciendo, mucho por mejorar la vida cotidiana. En particular, la ciencia de la conservación de alimentos ha recorrido un largo trecho desde la época de los faraones. La refrigeración, posible gracias a la química, mantiene los alimentos frescos durante más tiempo y los conserva a lo largo de la cadena de frío.

Ahora, podemos transportar esos alimentos a lugares remotos de todo el mundo. Chemours hace que este proceso sea más sustentable gracias a la línea Opteon™ de refrigerantes con bajo potencial de calentamiento global (global warming potential, GWP por sus siglas en inglés). Los refrigerantes Opteon™, que se emplean en todo tipo de aplicaciones, desde refrigeradores de supermercado hasta equipos de aire acondicionado para automóviles y remolques, tienen un GWP hasta 99% menor que los refrigerantes a base de HFC de la generación anterior.

En los mercados desarrollados, la competencia intensa y las necesidades del mercado suelen ser las que impulsan la innovación. Las marcas buscan una ventaja competitiva para destacarse y aumentar su participación en el mercado. La competencia en distintos mercados beneficia a los clientes. A la hora de comprar productos y bienes, desde dispositivos móviles hasta pinturas, electrónica de consumo y mucho más, los consumidores esperan:

• Mayor durabilidad
• Alto rendimiento
• Mayor sustentabilidad
• Todo esto es posible gracias a la química.

Y la química también está dando forma al mundo del futuro. De acuerdo con el Centro de Desarrollo de la OCDE, se espera que, entre 2009 y 2030, la clase media crezca 172% a nivel mundial.¹ De la mano de ese crecimiento vendrá una mayor demanda de refrigeradores y equipos de aire acondicionado, así como una amplia gama de bienes duraderos, desde pinturas de alta calidad hasta automóviles más eficientes. La química permitirá la fabricación de estos productos y otros elementos que hacen más fácil la vida moderna, y encontrará formas de reducir el impacto que estos tienen sobre el planeta.

“Una dosis saludable de angustia”

La innovación nunca ocurre en un ambiente aislado (incluso si se trata de un laboratorio). Para impulsar la industria, las compañías químicas deben ofrecer un apoyo sólido a la investigación y el desarrollo (I+D). Además, la I+D debe ir acompañada de otras iniciales: D+I: diversidad e inclusión.

Las compañías deben reclutar talentos diversos para desatar la innovación, mejorar los resultados y reflejar las necesidades de todos los consumidores a los que sirven. De hecho, en una encuesta de Harvard Business Review, se descubrió que las compañías diversas tenían 70% más probabilidades de capturar nuevos mercados.³

Después de todo, es la diversidad de pensamientos y de acciones la que impulsa la innovación, y las organizaciones innovadoras son más ágiles. A pesar de que cuenta con un legado de 200 años, Chemours también nutre con orgullo una cultura emprendedora diversa.

El cambio puede ser vital… e inquietante

“La mayoría de los momentos decisivos en la vida implican cambio y transición”, comenta Denise Dignam, President and Chief Executive Officer. “Y aunque muchas veces recordamos estos momentos con alegría, casi siempre vienen con una dosis saludable de angustia. El cambio es a menudo vital y casi siempre inquietante. En Chemours, adoptamos esta idea del cambio positivo y continuamos el arduo trabajo de transformarnos en una compañía que ofrezca química de alto valor”.

El ideal de “alto valor” es una meta noble para la industria química en general. Después de todo, hace algunos años, la industria química se encontraba en el puesto 15 de 18 del Barómetro de Confianza Edelman, solo a tres puestos de la industria menos confiable de la lista.⁴

Sin dudas, la sociedad puede perder de vista todo lo bueno que hace la química, atendiendo necesidades que van desde los refrigerantes hasta elementos esenciales como los dispositivos inteligentes y los cables de red de área local para televisores. Aun así, seguimos innovando. Sea que la tabla periódica cambie o se mantenga igual, lo importante es ponerla al servicio de la calidad de vida de miles de millones de personas en todo el mundo.